María Rosa Jordán, socia de Ampretur
Han pasado 50 años desde que un pueblo de pescadores de gran fama en todo el mediterráneo como muy expertos en todas las variedades de sistema de pesca y sobre todo de la almadraba.
Hoy medio siglo después convertido en un emporio del turismo, conocido en todo el mundo como Benidorm, posee una amplia bahía de casi 9 kilómetros de playas de arenas finas y limpias, con un mar transparente y cálido.
La conforman las playas de Levante de 2 kilómetros de largo y 35 metros de anchura media, la playa de Poniente de 3,200 kilómetros de larga y 90 metros de anchura media y las más pequeñas, la Cala del Mal Pas y la Cala del Tío Ximo.
Su historia se remonta a la Iberia mágica. El importante yacimiento arqueológico que en los años 40 del siglo XX , ubicado en el Tossal de la Cala, comenzaron a excavarse y se dio a conocer la existencia de un poblado en ladera compuesto por varias calles y estancias adosadas entre sí y precisamente por contar con un templo en su cima, se dieron cuenta de la gran relevancia que tenía después de tantos siglos guardando
aquella prodigiosa memoria, los estudios realizados dieron como resultado, que eran los yacimientos más importantes de los cuatro o cinco que existen en las ribera mediterránea, su ubicación también en la parte alta, cumplió las funciones de faro en la antigüedad.
Allí se descubrió la pieza más importante de éste yacimiento, una representación de la diosa Tánit, fue la
divinidad más interesante del panteón cartaginés, un equivalente a la Astarté fenicia, estando asociada a la
Luna y a la Fertilidad.
El material obtenido básicamente cerámica ibérica y romana, ya que Roma dejó también la muestra de su
dominio, objetos de terracota y de metal, anzuelos, clavos y monedas, indican una cronología de los siglos
II y I A.C, poblado comercial e industrial, dada su proximidad al mar, gran parte de los materiales se
conservan en el Museo Arqueológico de Alicante Marq.
El emplazamiento del Benidorm actual tiene su origen en las necesidades defensivas medievales de la costa oriental hispánica, el rey catalano‐aragonés Jaime I El Conquistador obtiene el territorio benidormense alrededor del año 1245 en el marco de la expansión cristiana contra el poder musulmán, instalado en la Península Ibérica desde los años 711‐712 D‐C, fecha clave de la historia de la ciudad, el almirante Bernat de Sarriá concede la “ Carta Puebla de Benidorm “ acto por el cual el señor mobiliario
crea el Castillo y la villa de Benidorm y desde entonces forma parte del Reino de Valencia, estratégicamente el origen de la población se debía en aquel tiempo al superior número de moriscos existentes en la zona, sometidos a un poder cristiano y las posibles alianzas de éstos con sus hermanos de religión del Norte de África.
El Castell (Castillo actual) situado en la punta Canfali, era fundamental para la defensa de la bahía, al estar en un punto tan estratégico y dominando las dos playas principales Levante y Poniente, sometidas entonces a los frecuentes y terribles ataques de los piratas.
Cuando yo conocí Benidorm, era un encantador pueblo de pescadores, donde casi todos sus habitantes se conocía o eran parientes, la playa de Levante era entonces muy distinta, ya que el mar se internaba en la mayor parte del paraje conocido como el Saladar, convertido en una albufera, quedando ésta reducida en un estanque que aún existía a mediados del siglo XX, su nombre saladar era porque allí muy cerca del núcleo urbano, se ubicaban los saladeros de pescados, principalmente atún, sardinas muy abundantes en la zona, ya hay constancia de que los romanos la consumían fresca y la trataban en saladeros labrados en la roca, para más tarde ser transportada a los más apartados lugares del imperio romano.
La playa de Poniente hasta los años cuarenta‐ cincuenta era una zona de dunas y cañaverales, una de los lugares preferidos de los benidormeries cuando celebraban las fiestas religiosas, Pascuas, San Jaime, San Vicente, patrón del Reino de Valencia, era tradición encaminarse entonces a la orilla del mar con las viandas típicas , pasando allí el día con familiares y amigos‐ La Isla de Benidorm en 1970 fue bautizada por la
Federación Nacional de la Prensa Española, como “ Isla de los periodistas “ es un icono de Benidorm, años atrás fue cobijo de piratas y del pueblo que en 1834 sufrió un brote de cólera.
Sus cuevas y fondos marinos es una maravilla de peces de todos los colores y tamaños, es un gran acierto promocionar en ferias especializadas, las rutas y sendas submarinas proyectadas en sus profundidades (importante reserva marina).
La Fiesta de las Fiestas Benidorm venera a su patrona la Virgen del Sufragio, antes conocida como Virgen del Naufragio, fue hallada en la playa el 15 de marzo de 1740, una barca a la deriva fue salvada de la furia del mar por arriesgados pescadores del pueblo, encontrada dentro de ella a la pequeña y milagrosa Virgen del Sufragio.
Un curioso recuerdo de Benidorm, en el año 1952 por decreto se autorizó el uso del bikini en sus playas, seis años después fue permitido en las playas de Santander y Marbella, en cualquier caso, la capital de la Costa Blanca tiene su espacio en la historia del bikini.
No puedo dejar de referirme a la rica y variada gastronomía de Benidorm: Arroz caldoso con espinacas y boquerones, Cocido de pescado con albóndigas de bacalao, Arroz con raya y ajos tiernos y un sinfín de tapas “ picadetes “ o “punxadetes”, en idioma valenciano.
Es uno de los destinos turísticos más importantes del litoral mediterráneo, visitada cada año por millones de turistas de todo el mundo, que llegan atraídos por la benignidad del clima (posee un microclima a lo largo de todo el año) y su privilegiado entorno natural, pero sobre todo por la calidad y características de sus playas de Banderas Azules concedidas por la Unión Europea desde 1987.
El pasado y el presente se funden como en un sueño.
www.benidorm.org
María Rosa Jordán
No hay comentarios:
Publicar un comentario