miércoles, 11 de julio de 2012

E-MAIL DESDE SICILIA



Introducción: Juan Antonio Hidalgo
Carta y fotos: José Antonio Barragán

Uno de los regalos inapreciables con los que la vida puede agasajarnos es con un buen amigo, de esos que se cuentan con los dedos de la mano, de los que siempre están ahí, como ángeles de la guarda, por si acaso.
Mi buen y querido amigo, José Antonio Barragán, profesor de Historia en un Instituto de Sevilla, es uno de ellos, es “el amigo de verdad”, por antonomasia. Ha visitado Sicilia, y desde allí me ha enviado un e-mail contándome breve pero intensamente cómo es aquella hermosa isla. La descripción es tan rica y jugosa, que no he podido por menos que incluirla en este pequeño artículo para la revista mensual.

Querido amigo Juan Antonio:
¿Qué te podría contar de Sicilia? Seguramente, lo más fácil sería entrar en los tópicos que todos conocemos: “…tierra arcana, dominada por la temida y paternal Mafia, cuna de los Corleone….., etc., etc.
Te contaré, mejor, cómo la estoy viendo en mis días aquí. Es un lugar agreste y vital, de contrastes sorprendentes, bajo una luz cegadora. Así es la isla, un mundo excepcional por el que, ocupando el centro del Mediterráneo, han transitado y habitado culturas dispares y exóticas, dejando un intrincado tapiz de costumbres y formas que fascinan y desconciertan.

El desorden es la cotidianeidad de esta tierra, salpicada de pueblos enclavados en lugares imposibles. Sus ciudades están tomadas por un colérico tráfico, que se mueve en maniobras imprevisibles y temerarias que podrían provocar colisiones múltiples y que, milagrosamente, nunca ocurren. Las fachadas, dejadas con un consentido abandono, se ofrecen descarnadas y oscuras, sosteniendo, sin pudor, ropas colgadas en improvisados tendederos. Desde algún lugar cercano, te llega un bullicio, el ruido de un mercado ocupando calles enteras, convertidas en un hervidero en el que mil voces alborotan un espacio colorista plagado de  gestos y gritos de vendedores ofreciendo frutas, verduras, pescado carne, quesos... Allí te envuelven los olores del mar que desprenden los peces, los lomos de atún, brillantes y rojos, las sardinas de relucientes escamas, también el aroma más cálido y suave de sangrantes carnes expuestas y la intensa y variada fragancia de las frutas….

No faltan en Sicilia espectáculos insólitos como el Etna nevado, vomitando humo por la corona de su cráter, aliento que muestra su vitalidad,…., o como las espeluznantes momias de Palermo, expuestas para la curiosidad morbosa de los turistas capaces de aguantar el lúgubre espectáculo. 

También están presentes tradiciones hermosas y entrañables como el teatro de marionetas con historias de heroicos caballeros que luchan en mil batallas contra terribles enemigos para defender a sus reyes, a hermosas princesas y a pueblos desvalidos.
  
En fin, querido amigo, es éste un lugar al que hay que venir con tiempo, para paladear con detenimiento y poder sentir todos sus matices, sus agrestes paisajes y sus gentes.
Te seguiré contando.
Tu amigo: José Antonio

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